Una linda historia realiquense: Cata tiene 75 años, terminó la escuela primaria y su objetivo es terminar el secundario

May 01, 2018 IMPACTO INFORMATIVO Locales, Regionales 0

Catalina con sus bisnietas.

Impacto – La vida casi siempre da nuevas oportunidades. Solo hay que estar atentos. Pero si uno lo está, aquellos caminos que parecieron cerrarse para siempre en algún momento, se abren. Y el goce suele ser sumamente intenso a la hora de comenzar a recorrerlos.

Eso se nota a primera vista en Cata cuando hablamos.

Cata, como cariñosamente le dicen quienes la conocen, es Catalina Salerno. Sin ampararse en zonzas coqueterías nos dice que tiene 75 años. Su esposo falleció hace ya unos cuantos años. Y sin que ella tenga que decirnos nada, apreciamos que posee una vitalidad que cualquier pibe o piba de 20 envidiaría.

Es mas, cualquiera de los adolescentes que ojalá lean esta historia, podrían acceder a un valioso testimonio para ser aprovechado.

Porque además de formar parte de numerosas actividades sociales, culturales y talleres y de dedicarles tiempo y cariño a hijos y nietos, el año pasado finalizó la escuela primaria y este 2018 empezó a cursar el colegio secundario.

«Sí, estoy haciendo la secundaria, ya que la primaria la terminé el año pasado», le dice a IMPACTO.

Catalina nació en Lincoln, provincia de Buenos Aires. «Dejé la escuela primaria a la mitad de cuarto grado, sabiendo leer y escribir», relata y agrega que «me decidí a terminarla con el plan para adultos y lo pude hacer en un año, pero no quería quedarme ahí, así que este año entré en la secundaria».

La decisión de hacer la escuela la tomó porque «era un desafío personal y ahora tenía el tiempo, además me gusta tener deberes, estudiar, es lindo».

Pero además concurre a otros talleres, como teatro, coro, baile y computación.

Hace 44 años que vive en Realicó. «Siempre fui ama de casa y tuve cinco hijos, de los cuales dos nacieron acá (en suelo realiquense)». Uno de los hijos es el ex campeón argentino de boxeo, Osmar Avila.

La felicidad de la nota, solo se ve empañada cerca del final por una preocupación. Porque Cata nos dice antes de la despedida que «me tienen que corregir dos materias que entregué, una es Lengua y la otra Matemáticas y espero que me haya ido bien».

Y cuando la consultamos sobre si le gustaría continuar estudiando, afirma: «nooo. ¡Ya es demasiado! ¿Qué mas querés? ¡Después que me corrijan las carpetas de las materias que entregué, te cuento como me fue!».

Cata, una linda mujer que sigue apostando fuerte a la vida. Y nos enseña sin quererlo.