Impacto Informativo – «Que Realicó Queremos» – Convencer para que los chicos y adolescentes se integren. Pero, ¿quién mide el eco del clima interno de las escuelas?

«Que Realicó Queremos» – Convencer para que los chicos y adolescentes se integren. Pero, ¿quién mide el eco del clima interno de las escuelas?

May 24, 2018 IMPACTO INFORMATIVO Locales, Politica, Regionales 0

Impacto – Por Gladys Sago – Encabezado por la Ministra de Educación María Cristina Garello, en el acto levado a cabo esta semana para presentar el Modelo de Intervención de los asistentes sociales del sistema educativo pampeano, la funcionaria remarcó que “si el chico no va a la escuela, la escuela va a la casa del chico”. El objetivo apunta a intensificar las políticas educativas provinciales y pretende que todos los chicos estén en la escuela, fortaleciendo la inclusión de los niños y niñas de La Pampa. Participó un importante número de asistentes sociales pertenecientes a los 19 Centros de Apoyo Escolar, de distintos puntos de la Provincia y de los equipos de Acompañamiento Institucional.

Garello, junto a su Gabinete, señaló que la idea es profundizar las políticas educativas “que apuntan a que todos los chicos estén en la escuela, por ello se elaboró, con los asistentes sociales, un Modelo de Intervención, con la intención de la redistribución de los recursos para llevarlos al barrio que los necesite. Según el lema,este Modelo apunta al trabajo de los asistentes sociales que tienen que tener un objetivo claro: que los chicos estén dentro de las escuelas y no se vulneren sus derechos”,especificó. Entre otros conceptos se afirmó que se trata de recuperar el trabajo en territorio para fortalecerlo respetando el contexto de las distintas localidades de La Pampa. En el marco de un contexto nacional de crisis, con anuncios de paros por 48 y 72 horas de los docentes de niveles primario, secundario y universitario, de establecimientos públicos y privados, desde la cartera educativa se hizo notar que la escuela pública en La Pampa es una isla,“la leche que se les da a a los alumnos todos los días, el transporte que lleva gratuitamente a los chicos de las zonas rurales a las escuelas y tantas situaciones más, son conquistas de nuestra provincia que no se da en otras”.

Todas las políticas educativas que se implementaron en los últimos cuarenta años-por citar los democráticos -suponen planteos, intercambio de ideas que se parangonaban con las llevadas a cabo en otros países, intenciones inobjetables en pos de elevar el nivel de conocimientos de la población; pero tan inmersas en cuestiones ideológicas, sectoriales y de poder, que desdibujaron las propuestas de muchos especialistas destacados que concluyeron en publicaciones que nadie termino de leer y mucho menos de adaptar al ritmo de enseñanza cotidiano que fue literalmente inundado de obligaciones con visos burocráticos que restan tiempo y ganas de ejercer la docencia.

Aquel viejo axioma de que la escuela era el segundo hogar, se pierde entre los modelos actuales de familias, que deberían hacer primar de todos modos, un acto de amor profundo y valedero para la formación de las personas al otorgarle preeminencia –según establecen los especialistas-a estimular a los hijos pequeños hablándoles bien de su colegio, enseñándoles a sociabilizarse, a jugar y a compartir con sus amigos. La diferencia entre cuidar y controlar está en el trato que tiene ahora el apoyo de asistentes sociales y psicopedagogos que permiten que afloren

grietas y traumas para resolver conflictos internos primero y canalizar un buen intercambio con el entorno después. A veces resulta un remiendo cuando los adultos dan por sentado que el tema esta solucionado, sin advertir la realidad; porque el desgarrón que se vive en la infancia o en los primeros años donde se

descubren los vericuetos mezquinos que ofrece la vida, arruinan la inocencia para siempre y el recuerdo de algunos instantes de la infancia quedan grabados para la adultez y se replican en el accionar. Cuando se aprende a poner juntas las letras que se enseñaron por separado, el lenguaje le da forma a los hechos. No alcanza para ello toda la intención de integrarse y de apreciar esa oportunidad, porque las tantas existencias etarias que conviven en el ámbito educativo padecen similares situaciones que hacen interactuar a cada uno desde el lugar que ocupa en ese micromundo, que lo puede hacer dirigir la mirada al pasado y evocar; o encontrar en los recovecos de la memoria gratos momentos que se recrean con satisfacción al recordarlos.

Nada de lo expuesto remite al azar. Tampoco dejar de ser analfabeto tecnológico conlleva el deseo de utilizar esos auxiliares para ampliar los conocimientos, porque sino cómo hacían los chicos que llegaban a la escuela a caballo o en sulky, con lluvia o con frío o un sol abrasador, aquí en Realicó (para no ir tan lejos)para soportar esas inclemencias y concentrarse. Y no fue en la época cuando se fundó la primera Escuela, la N°34 allá por 1908, sino hasta pasado un largo medio siglo, cuando la población rural se integraba por sí sola al devenir urbano.

Toda la sociedad debe involucrarse y poner a consideración la frase del filósofo Ralph W. Emerson quien dijo que ‘Ninguna gran empresa se llevó a cabo sin entusiasmo’.Y sólo es posible tener entusiasmo si se tiene una motivación, estar listo para la acción y para eso ademas, se necesitan ejemplos cercanos. Cuando la meta final es considerada como valiosa y los obstáculos son superables, mientras se aplica una férrea voluntad, aparece la motivación. El mejor incentivo es mirar en derredor, ver cuánta gente frustrada perdió sus sueños por no ir en busca de su vocación, se tornó irritable y a través de esos gestos aporta a la comunidad, que se conforma como una sociedad crispada,ofensiva,sin diálogo posible. Reaccionar, implica dejar de lado las urgencias convocadas por el consumismo, para hacer posible las necesidades e intereses, que servirán para ganarse el placer o la satisfacción que producen la actividad elegida y compartirla. Y más allá de las contingencias, que son muchas y habituales, ser capaces de encontrar un espacio para disipar dudas, sin resignarse a que impongan una manera de pensar (así se domina a los pueblos) porque en Realicó hay un cielo inmenso que permite dejar volar a la imaginación.

Sin duda primero la casa, pero nada reemplaza a la escuela. Es la formadora.